Versión Cefálica Externa, necesaria para modificar la posición de nalgas antes del parto |
Susana estaba comprensiblemente nerviosa cuando la técnico de ecografía nos indicó que entrásemos. Un parto de nalgas no es cosa de broma. Si la posición del bebé no había cambiado, la semana siguiente tendría que acudir al Hospital de Christchurch para una ECV ("External Cephalic Version", o "Versión Externa" en español), mediante la cual el ginecólogo trata de voltear al bebé presionándolo a través del abdomen. Se trata de un procedimiento bastante doloroso, y que deja a la embarazada incómoda durante días. Además, incluso aunque se consiga dar la vuelta al niño, es posible que éste vuelva a cambiar de posición en el mismo día, o los siguientes. Si no se consigue la posición cefálica, y la embarazada decide dar a luz de manera vaginal, existe un 50% de probabilidades de que el parto tenga que acabar en cesárea de todos modos. Con todas las preocupaciones que ya conlleva un parto en sí, estos riesgos extra no son precisamente lo que una embarazada desea tener en la cabeza en la semana 36 de gestación.
Sin embargo, bastaron 3 segundos para transformar la preocupación en alivio. La imagen en la pantalla mostró un bebé cabeza abajo, sano, moviéndose continuamente y con todos los miebros y órganos en su sitio. La tensión en la sala se transformó en alivio, ilusión y miradas de complicidad entre Susana y Paul. Sus planes de un parto con la mínima intervención médica, y en el Hospital de Lincoln, volvían a ser posibles.
La reunión con la comadrona al día siguiente fue igualmente optimista. Los cuatro discutimos sus planes para el parto, que será en torno al 18 de Abril (si el bebé decide salir de cuentas el día que la comadrona ha calculado). El sexo del bebé va a ser una sorpresa, y el papá ha decidido ser el que corte el cordón umbilical, y si es posible, el que "atrape" al bebé cuando nazca. ¿Se ofrecen estas opciones en España?
Llegó la hora de
tomar la tensión a Susana, y la comadrona me preguntó si deseaba hacerlo yo. En
nuestras clases ya hemos estudiado toda la teoría de la presión arterial, y
nos la hemos tomado unas a otras, pero nunca había tenido la oportunidad de
medirla a una embarazada en una consulta. Me puse manos a la obra y, tras
alguna dificultad para encontrar el pulso braquial (el que se escucha con el
estetoscopio cuando se mide la tensión), el resto del proceso funcionó a las
mil maravillas y yo me sentí tan orgullosa como si hubiera ganado una
competición. Pero lo mejor fue cuando la comadrona empezó a hacerle una
palpación abdominal a Susana, y me preguntó si quería hacerla yo... ¡Mi primer
tocamiento barriguil! Allí me puse yo a estrujar chicha y a tratar de encontrar
al bebé (primero) y determinar en qué posición estaba (segundo). Lo primero no
fue tan difícil, ya que pesando casi 3 kilos en seguida encuentras un bulto
bastante grande por la zona. Lo segundo es como tratar de averiguar qué parte
de un gatito estás tocando si lo metes debajo de 10 mantas y sólo te puedes
guiar por tus manos encima de las mantas. Aparte de estar constantemente
preocupada de no hacer daño ni a la mamá ni al bebé... Tras explorar un ratito
conseguí identificar correctamente el sacrum (el culete, hablando en plata) del
niño... pero el resto del cuerpo y la cabeza, ya era otro cantar. Mientras
trataba de seguir el perímetro del cuerpo con mis manos... de repente algo se
movió entre mis dedos... Mis ojos se abrieron como platos, miré a Susana y le
pregunté, emocionada: "¿¿Lo has notado??", "Sí, el bebé se ha
movido" contestó ella con una sonrisa. A través de la piel de Susana, del
músculo, y de la pared del útero y las membranas... un bebé chiquitín se movió
en respuesta a mis palpaciones. Todavía se me acelera el corazón al recordarlo. ¡Me muero de ganas de volver a sentirlo!
Jejeje, te auguro un futuro con niños propios :-))
ResponderEliminarComo que no me lo han dicho veces ya, Nasón :P. 35 años de augurios, en concreto. Y no, no quiero los míos propios ni loca.
ResponderEliminarJajaja, ya veremos, ya. A ver si ahora te va a entrar el gusanillo, jeje :)
ResponderEliminarjajajaja el que se moviera mientras tocabas la barriga no fue coincidencia, seguro que fue como cuando un vecino te aporrea la pared para que le dejes tranquilo :-P
ResponderEliminarMe ha hecho gracia la introducción "Alivio y tocamientos varios", más parecía una peli de Torrente que un capítulo de "La cigueña" ja,ja,ja
ResponderEliminarQue se prepare alguien para asistir al Papa si se desmaya o se siente mal en el parto, creo que a muchos les pasa, o bien para asistir a la mama si el Papa corta mal el cordón umbilical!
ResponderEliminarJaja, muy buena la interpretación de Almóndiga.
ResponderEliminarNo sabes cuanto me alegra comprobar que tus avances son tan positivos, creo que vas a lograr que todos estemos expectantes hasta que llegue la hora del parto.
Lo de atrapara el bebé desconozco, pero cortar el cordón umbilical y desconocer el sexo, por descontado. Para muestra uno o, como es el caso, 2 botones. Eso sí, entras en el paritorio siendo vigilado constantemente por 1 de los que están dentro, te ponen una silla para que te sientes y si te caes redondo, se olvidan de tí (esto no lo sé por experiencia propia), como es normal, hasta que los nenes salen bien.
ResponderEliminarSin embargo, de muy buena tinta se, por experiencia de una amiga que existen cada día más opciones. Tienes algunos centros públicos donde la concienciación de matronas por mediación de agrupaciones de madres va dando frutos pudiendo elegir las madres cómo quieren dar a luz. Existe la posibilidad cada vez más factible de dar a luz en casa, eso sí, te lo tienes que pelear; luego ya contratas a la matrona, doula o lo que quieres... En comunidades como Cataluña quizás es más fácil encontrarlas por libre.
Si vas a algunos centros privados tienes incluso parto en el agua.
Pero en definitiva, vayas donde vayas, todo va a depender del equipo sanitario que te toque. En un mismo hospital confluyen sensibilidades muy distintas respecto a cómo ha de ser un parto. En un turno justo antes de que te toque empezar con la jarana tienes al equipo perfecto y el en que casualmente te toca viene la matrona resabiada y el ginecólogo endiosado... ¿el azar?.